Aunque los cítricos son parte de la misma familia, dependiendo del tipo y la variedad, tienen características diferentes, solo piense en la forma esférica de las naranjas hasta la forma elíptica de los limones. El tamaño cubre otro aspecto importante porque el enfoque de procesamiento de una mandarina es muy diferente al de un pomelo. Finalmente, la delicadeza entre variedades es esencial, particularmente en naranjas: una Washington Navel tiene una cáscara mucho más gruesa y resistente que la jugosa y delicada variedad Tarocco. Dependiendo de lo que se requiera, le propondremos el modelo que mejor se adapte a sus necesidades, gracias a la posibilidad de elegir entre 10 opciones diferentes, divididas en versiones estáticas de taza dinámica y canal vibrante. El modelo ideal indiscutible es la clase dinámica de taza, que ofrece el mejor rendimiento en términos de delicadeza, productividad y flexibilidad. Diferentes formas, tamaños y productos pueden ser procesados indiscriminadamente y con la máxima delicadeza, gracias a la ausencia total caidas que puedan comprometer el producto. También tenemos la clase W y G12-D, recomendada para aquellos que en invierno empacan pequeños cítricos, como clementinas, limas y limones, pero que también desean darle uso incluso en verano, para frutas de hueso. Finalmente, para todos los cítricos grandes que tienen mayor resistencia, proponemos clase P y G.